Langosta y marisco

Langosta de Maine. Tierno, carnoso y deliciosamente dulce, es uno de los alimentos más emblemáticos del mundo, y con razón. Estos preciados crustáceos se recolectan a mano al cien por cien: se extraen de las frías y limpias aguas del océano Atlántico con métodos ancestrales y prácticas marineras sostenibles para vivir una auténtica experiencia gastronómica de la marea a la mesa. Elija la preparación que prefiera, desde el clásico rollo de langosta de Maine hasta la interpretación creativa de un restaurante galardonado. O celebre nuestro legado de langosta durante el Festival de la Langosta de Maine de agosto.

Pero la langosta no es el único plato del menú. A las marisquerías hay que llegar con hambre. Hay marisco para saborear, como las saladas ostras de Maine, los dulces mejillones y las deliciosas almejas de Maine. También hay cangrejos de Maine y una selección de pescados locales digna de un restaurante gourmet, desde salmón del Atlántico a salvelino.

Aunque encontrar el mejor marisco de Maine o el mejor rollo de langosta de Maine puede resultar una tarea imposible (tan vasta es nuestra selección), le animamos a degustar las numerosas experiencias marineras del estado. Siga la ruta Maine Oyster Trail para visitar granjas de ostras y degustar este manjar crudo en los bares de ostras. (Deténgase en una cabaña de langostas o de almejas de Maine para degustar opciones sorprendentemente frescas sobre la marcha, o disfrute de una cena sentados con vistas al agua. Si lo que le apetece es marisco con un toque de aventura, navegue hasta una isla para disfrutar de un auténtico clambake de Nueva Inglaterra. En Maine no faltan restaurantes increíbles.

También puede encargarse usted mismo de preparar el marisco de Maine. Experimente la maravilla sensorial que es visitar un mercado de pescado de Maine, donde los expertos locales pueden responder a sus preguntas sobre la última captura fresca que acaba de salir del barco. O llévese un poco de Maine a casa encargando el regalo de un reparto de langosta.

En Maine hay mucho que mariscar, cocer al vapor, ahumar y saborear. Se trata de disfrutar de nuestro marisco tanto como de conocer nuestra cultura. Le espera un mundo de sabores.